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¿De que hablamos cuando nos referimos a una dieta basada en vegetales?
En el maravilloso mundo de las dietas, ¿qué tal si nos deleitamos con un duelo danzante y entre el dilema de una dieta sustentada solo en vegetales? Imaginemos un banquete en el reino vegetalia, donde las frutas, legumbres y semillas se unen para nutrir nuestro ser. Entre los misterios evolutivos y controversias paleolíticas, surge el debate sobre qué es lo más saludable para nosotros.
Permítanme abordar este tema desde el punto de vista nutricional, pues mi corazón y mi alma repudian el maltrato animal, un moderno y sombrío camino de la carne a nuestra mesa.
Una dieta basada en plantas, con una educada sinfonía culinaria, aparentemente nos provee con esmero de los nutrientes, vitaminas y minerales que nuestro cuerpo reclama. La disyuntiva en cuestion; ¿Que pasa con el colesterol, que pasa con el azucar?
Despejemos las brumas con un enunciado claro y certero:
"El colesterol solo asoma en los alimentos de origen animal". ¡Ah, el malvado colesterol que acecha a los mayores de 50 y, a veces, a los más jóvenes también! Con sus trucos publicitarios y promesas de productos "bajos en colesterol", nos invitan a fiestas babylonicas de palabras engañosas.
Mas una dieta vegana, con su pincel artístico y sus estudios incuestionables, despliega su verdad: carece por completo de colesterol, le deja al cuerpo gestionarselo, producirlo a su manera y depediendo de sus necesidades
Aquí, los trabajos de investigación brillan como estrellas en el firmamento científico, un ejemplo entre muchos: el ensayo de Resnicow y otros de la revista Journal of the American Dietetic Association, que enciende la luz sobre el poder de la dieta "plant-based". ¡Bravo, #provegan!
Desmascarando otro enunciado famoso, el que susurra: "Una dieta basada en vegetales expulsa a la diabetes".
Pero, amados amigos, que la química básica no nos confunda, ni se necesita ser médico especialista para entender que la diabetes y el azúcar van de la mano. ¿Acaso no proviene el azúcar de los propios vegetales?
Nombres dulces se hacen presentes: el azúcar de remolacha, la caña dulce y el sirope de glucosio fructosio, esos engendros del maíz, todos vegetales.
Entonces, ¿cómo afirmar que una dieta vegetal es benévola para la diabetes? Aquí, en esta danza de investigaciones científicas, un ejemplo de solo tres actos (entre cientos de posibilidades) nos dan la respuesta. Una mirada pragmática nos muestra que una dieta basada en plantas puede reducir y ayudar a controlar la diabetes.
¿Cuál es el secreto detrás de este mágico vals? Quizás, la reducción de grasas saturadas, el abrazo de la fibra dietética y la proteína vegetal, la serenata a las concentraciones de lípidos intramiocelulares, y el delicado susurro a las reservas de hierro que influyen en la glucemia, podrian ser alguna de las respuestas, si bien con certeza no se conocen aquellos que tocan los instrumentos si que se escucha y se baila la musica.
Así concluye nuestro recital nutricional, donde las plantas danzan en nuestro plato y sus sabores se funden con nuestras almas. ¡Brindemos por una dieta que alimenta cuerpo y conciencia, donde la armonía con la naturaleza nos hace vibrar en una dulce sinfonía de salud y bienestar!
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